
¿Puede Japón volver a la senda del crecimiento en los próximos cinco años? ¿Qué impulsaría este crecimiento?
Estas fueron las dos grandes preguntas que lanzó Ken Shibusawa, socio fundador y consejero de Commons Asset Management, y CEO de Shibusawa and Company, durante uno de los actos de celebración del 50º aniversario del programa MBA del IESE, que ha tenido lugar recientemente en Tokio.
Con el título “Hacia un capitalismo humanista del siglo XXI”, Shibusawa dio una conferencia en la que vaticinó el surgimiento de un nuevo modelo de capitalismo más en sintonía con las aspiraciones compartidas de la sociedad. En su opinión, la economía nipona podría mejorar si adoptara este nuevo modelo, todo un reto para las futuras generaciones de empresarios del país.
2020, ¿el año del cambio?
Los denominados “años perdidos” —la recesión que comenzó a principios de los 90 en Japón—podrían llegar a su fin en los próximos cinco años, auguró Shibusawa. En 2020 el país no solo acogerá los Juegos Olímpicos, sino que también verá como “la generación del baby boomse jubila y da paso a la siguiente”, añadió.
El reto de esta nueva generación será dar con “un modelo de crecimiento sostenible, una cuestión aplazada durante los últimos treinta años y que exige la creación de nuevos sistemas”.
Y no será fácil, advirtió. “Tengo dos malas noticias: la evolución demográfica del país dificulta la creación de este sistema económico sostenible y los nuevos protagonistas, educados y formados durante el periodo de crecimiento, no tendrán el dinero del que podrían haber disfrutado en esa época”.
En aras del bien común
Shibusawa citó los “valores originales del capitalismo” como una de las claves para estimular el crecimiento sostenible: se trataría de un compromiso tanto con los beneficios empresariales como con los de la sociedad en su conjunto.
“Mi bisabuelo trabajó en el Banco de Japón durante los primeros años de existencia del banco y contaba que este era un río de dinero de tal alcance que afectaba a la realidad social. La nueva forma de capitalismo debe restaurar ese tipo de ideas”. Para ilustrar su argumento, Shibusawa echó mano de una cita de Milton Friedman, Premio Nobel de Economía en 1976: “La única responsabilidad social de la empresa es usar sus recursos y emprender actividades diseñadas para aumentar sus beneficios, siempre y cuando respete las reglas del juego”. Una visión compartida, 30 años después, por el Premio Nobel de la Paz de 2006, Muhammad Yunus, quien señaló que las empresas tienen la obligación de incrementar su contribución a la sociedad.
Salirse de la norma
Shibusawa apuntó algunos de los problemas que lastran el crecimiento la economía japonesa como, por ejemplo, las dificultades de las empresas para captar valor.
“Soy un inversor y, para mí, invertir significa comprar cuando crees que el precio de mercado de algo es menor de lo que vale y vender cuando el precio es mayor. Pero muchos siguen pensando que el precio es lo mismo que el valor. Se ha afianzado la creencia de que si algo es caro tiene un gran valor y tenemos que cambiar esa manera de pensar”.
En el caso de los empresarios, afirmó, eso implica salir de la zona de confort, es decir, de la norma.
“Los japoneses solemos sentirnos muy cómodos en nuestro entorno, donde nacemos, crecemos y trabajamos. Estamos convencidos de que solo los que estamos dentro creamos valor y los de fuera están solos”.
“Pero desde fuera se tiene una mejor perspectiva para ver que factores como la responsabilidad social corporativa presentan un gran potencial de creación de valor. Con tan solo asomarnos fuera de nuestra área de confort hallaremos fácilmente respuestas a las preguntas que parecen no tener una solución analizadas desde dentro”.
Jordi Canals, director general del IESE, cerró el acto resumiendo los cincuenta años del programa MBA del IESE. Habló de las continuas novedades que nutren el programa y que garantizan su permanencia “a la vanguardia de la innovación y la internacionalización” en la educación global para directivos.
Tras Tokio, a lo largo de este año se sucederán otros actos de celebración del 50º aniversario del MBA del IESE en Singapur, Miami, Nueva Delhi, Londres, Barcelona, Santiago de Chile y Sao Paulo.