
“Vemos a la Alemania de hoy –y la del futuro– como un ecosistema de empresas tecnológicas capaz de competir con Silicon Valley”, aseguró Matthias Schanze, de Siemens, en la sesión “Learning Big Time From Small Units” celebrada recientemente en el campus de Múnich.
Schanze fue uno de los líderes empresariales, impulsores de startups y emprendedores, que, junto al professor Christoph Zott, debatieron cómo las empresas y startups deberían aunar sinergias y compartir su experiencia para innovar y aumentar la productividad en Alemania.
Director sénior de tecnología para startups en Siemens TTB, Schanze se muestra optimista sobre la capacidad de Alemania de convertirse en un hub global para el sector tecnológico. Las grandes corporaciones están tan dispuestas como las empresas de capital riesgo a “nutrir y ayudar a las startups”.
“Se trata de crear un ecosistema de startups”, afirmó Schanze. “Alemania es muy diferente de Silicon Valley, pero está cambiando. Veo que los universitarios recién graduados quieren cambiar, e incluso ‘salvar’, el mundo. Tenemos este talento y este compromiso. Lo que necesitamos son clústers de empresas de alta tecnología, universidades y dinero para hacer realidad este ecosistema.”
El directivo de Siemens añadió que su empresa “está convencida” de que queda mucho que aprender de las startups que operan al frente de la disrupción digital. “Queremos descubrir qué se está cociendo en el ámbito de la iniciativa emprendedora y comprender la tecnología en etapas tempranas”. El foco en el design thinking y en la creación rápida de prototipos está haciendo posible la innovación en Siemens”.
La flexibilidad es esencial a la hora de determinar si el producto se ajusta al proyecto. Y es que, tal y como advirtió Schanze, “un único producto no sirve necesariamente para todo”.
Potenciar la iniciativa “intraemprendedora”
Las empresas no necesitan ir muy lejos para encontrar nuevas ideas y talento emprendedor. Muchas veces, este talento se puede encontrar dentro de la propia empresa, aseguró Thorsten Marquardt, director general de la aceleradora de startups E.ON: agile accelerator.
“La mayoría de las empresas ya tiene emprendedores en su plantilla”, aseguró Marquardt. “Los directivos necesitan aprender a identificar a estos emprendedores y sacarles partido. Para ello, los CEO tienen que desarrollar una mentalidad emprendedora y crear un ecosistema para que estas ideas prosperen”.
Con su programa de “intraemprendimiento” (emprender dentro de la empresa), cuyo objetivo es desarrollar la agilidad, el emprendimiento y la flexibilidad en todos los niveles, E.ON está cambiando esta mentalidad.
Marquardt también ve en Alemania el potencial para convertirse en un hub global de alta tecnología, aunque advierte que queda mucho por hacer.
“Hay mucha energía emprendedora en Alemania y muchas ideas de negocio vienen del á,bito de la ingeniería. Sin embargo, las empresas deben evitar concentrarse demasiado –y únicamente– en la eficiencia, pues se puede perder el espíritu emprendedor. Cuando recortas en costes, la creatividad se ve afectada y tienes que volver a alimentar la iniciativa emprendedora", opinó Marquardt.
“Necesitamos que los emprendedores y los fundadores de startups mejoren sus habilidades comunicativas. En EE. UU. las startups son capaces de convencer, en apenas 3 minutos, a empresas de capital riesgo para que inviertan en ellas. Debemos mejorar muchísimo a la hora de presentar proyectos a posibles inversores”, concluyó Marquardt.
Oportunidades en tiempos de crisis
“Donde hay crisis, hay espacio para la iniciativa emprendedora”, dijo Christoph Zott, experto en liderazgo emprendedor y en innovación del modelo de negocio.
Los panelistas Rolf Hoffmann, fundador de la empresa de turbinas eólicas verticales LuvSide, y Karl Reinhard Kolmsee de Smart Hydro Power coincidieron con Zott.
“Viajar por el mundo me ha llevado a preguntarme qué es normal”, confesó Kolmsee. “Y como emprendedor vocacional y aficionado al riesgo, veo el potencial de las nuevas inversiones”.
Smart Hydro Power contruye empresas en mercados internacionales no subsidiarios donde los riesgos son altos y los costes deben mantenerse al mínimo. Un “entorno ideal para la iniciativa emprendedora y para concebir las mejores ideas”, añadió Kolmsee.
Por su parte, Tom Schulz, fundador de AQAL Capital, abogó por el “equilibrio entre las personas, el planeta y los beneficios”.